El derribo del helicóptero Mi-8 se cobró la vida de cinco personas y ha supuesto la mayor pérdida humana para el contingente ruso en Siria desde el inicio del conflicto. El periodista Oleg Moskvín, en su artículo para el periódico Vzglyad, señaló que es posible que los rebeldes quisieran interrumpir la operación humanitaria de Rusia en Alepo.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el helicóptero militar regresaba a la base aérea de Hmeymim después de realizar una entrega de ayuda humanitaria en Alepo. La misión formaba parte de la campaña que tiene como objetivo proporcionar apoyo a los habitantes de la ciudad siria.
Medios occidentales han puesto en duda que el helicóptero Mi-8 participara en una misión humanitaria, ya que estaba equipado con armas de alta tecnología, incluyendo el sistema electrónico militar Vitebsk.
Sin embargo, los expertos no se han sorprendido por este hecho. Pese al fin pacífico de la misión, la aeronave necesita contar con ciertos dispositivos militares para defenderse en caso de que se produzca un ataque.
Un piloto de las Fuerzas Aéreas, que prefirió permanecer en el anonimato, informó a la agencia RBC de que las tripulaciones de los helicópteros que cumplen ese tipo de misiones en zonas de conflicto siempre poseen estas armas. "El hecho de que realicen una misión humanitaria no significa que no puedan defenderse", justificó el piloto.
El helicóptero ruso de transporte militar Mi-8 fue derribado el 1 de agosto en la provincia siria de Idlib. El Ministerio de Defensa ruso precisó que la aeronave fue abatida desde tierra, en una zona controlada por el grupo terrorista Frente Fatah al Sham —antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia y otros países— y la llamada oposición moderada.
Fuente: Sputnik News
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